Cómo seguir adelante cuando la carrera se pone oscura

Resumen:
Cuando la carrera se pone fea, no es debilidad, es el momento que define tu fuerza. Esta publicación analiza qué sucede mentalmente durante el tramo más difícil de una prueba de resistencia y cómo superarlo con presencia, sin pánico. Aprenderás a reconocer el bajón mental, a usar señales y mantras para mantenerte firme y sortear la tormenta sin perder el control. Porque terminar con fuerza no se trata de fuerza, sino de saber cómo responder cuando todo en tu interior te dice que pares.

Gran grupo de corredores de maratón avanzando en formación apretada, simbolizando coraje y fortaleza mental durante los momentos oscuros de la carrera.

Cuando la carrera gira hacia dentro

Todo de resistencia conoce esa sensación: las piernas empiezan a fallar. El esfuerzo aumenta más de lo esperado, el plan empieza a desmoronarse y entonces llega ese oscuro donde nada parece manejable y todo dentro de ti grita que te rindas . Este es el vacío mental. El momento donde las carreras se pierden o se ganan. Seguir adelante no se trata solo de tener coraje, no se trata de ignorar el dolor ni de forzarte a ciegas.

Se trata de tener un sistema, una mentalidad, una respuesta práctica para cuando la carrera se pone oscura. Si te preparas para este lugar, no tienes por qué temerle.

Reconoce la oscuridad por lo que es

El bajón mental no significa que seas débil, ni que no estés preparado, ni siquiera que estés teniendo una mala carrera . Significa que estás en la lucha. Aquí es donde la resistencia se vuelve real. Donde tu cuerpo ha agotado sus reservas y tu mente busca una salida. Es parte del proceso y, cuando lo entiendes, puedes afrontarlo sin pánico.

Nombra el momento, no luches contra él

Cuando oscurece , la mayoría de los atletas se tensan. Luchan contra la fatiga .

Se desbordan en pensamientos como:

  • "¿Por qué sucede esto ahora?"

  • “No puedo mantener este ritmo”.

  • "Se acabó."

Pero en el momento en que lo llamas " Este es mi punto más bajo ", recuperas el control. Te recuerdas que esto es normal y que has entrenado para superarlo. Que es temporal. Y lo más importante, que no eres el primer atleta que lo supera y termina con fuerza.

Concéntrese en la próxima pequeña victoria

No necesitas arreglar toda la carrera ni sentirte genial de nuevo, solo necesitas seguir adelante. Cuando tu mente empiece a colapsar, concéntrate. Reduce el momento.

Reducir la tarea:

  • Llegar a la siguiente estación de ayuda.

  • Corre hacia el siguiente marcador.

  • Concéntrese en la siguiente respiración.

  • Mantén la forma durante un minuto más.

Estos pequeños triunfos reconstruyen la confianza, te sacan de la espiral y antes de que te des cuenta, has logrado avanzar lo suficiente como para sentirte capaz nuevamente.

Regresa a tu cuerpo

En la oscuridad, tus pensamientos suelen estar ocultos. Se vuelven ruidosos, dramáticos y abrumadores. Tu cuerpo, sin embargo, solo busca dirección. Así que dale algo que hacer. Algo pequeño. Algo físico.

  • Relaja tus hombros

  • Tome tres respiraciones profundas y controladas.

  • Alarga tu paso nuevamente

  • Sacude tus manos

Señales sencillas como estas consolidan tu enfoque. Te ayudan a pasar del caos emocional al control físico. Ese control es lo que te ayuda a mantenerte firme hasta que recuperes la confianza.

Utilice mantras de conexión a tierra

Las palabras importan en estos momentos. No las largas ni las elevadas, sino las cortas y poderosas que atraviesan el ruido. Crea un mantra ahora, úsalo en el entrenamiento y úsalo cuando te encuentres con un muro .

Ejemplos:

  • “Quédate con ello.”

  • "Todavía estoy en ello."

  • “Un paso más.”

  • “Aquí es donde sucede”.

Una frase bien practicada se convierte en un salvavidas cuando tu mente no tiene nada más que ofrecer.

Sepa que esto también cambiará

La oscuridad no dura, nunca dura. Incluso cuando parece interminable, la ola finalmente pasa. Tu respiración se calma, el dolor se vuelve familiar. Recuperas el ritmo. Lo que importa es seguir en la carrera el tiempo suficiente para que ese cambio ocurra. Si estás dispuesto a aceptar el momento difícil, sin pánico, te das la oportunidad de salir fortalecido.

Conozca la línea entre la incomodidad y el peligro

Superar la oscuridad mental forma parte de la resistencia. Pero superar lo inseguro no es fuerza, es riesgo. Hay una diferencia entre sentirse incómodo y sentirse herido. Entre sentirse emocionalmente abrumado y físicamente angustiado.

Conozca sus señales:

  • Dolor agudo que altera tu forma.

  • Mareos, aturdimiento o escalofríos

  • Confusión, visión borrosa u opresión en el pecho

  • Una profunda sensación interna de que algo no está bien

Estas son señales para bajar el ritmo. Parar. Cuidarse. La fortaleza mental implica saber cuándo perseverar y cuándo proteger el futuro. Terminar con fuerza significa terminar seguro.

Preguntas frecuentes: Bajas mentales en las carreras

¿Es normal llegar a un punto bajo de ánimo en cada carrera?

Sí. Sobre todo en pruebas más largas. Forma parte del estrés emocional y fisiológico de las carreras de resistencia. El objetivo no es evitarlo, sino sortearlo .

¿Qué pasa si el mínimo llega temprano?

Trátalo de la misma manera. Reduce tu enfoque. Usa señales de respiración y movimiento. A veces, la oscuridad temprana es una señal para reajustar el ritmo o para impulsar la estrategia, pero no para entrar en pánico.

¿Cómo me entreno para este momento?

Practica mantener el esfuerzo en el último tercio de las sesiones largas. Usa mantras durante los intervalos difíciles. Termina los entrenamientos cansados ​​con zancadas centradas en la forma o con aceleraciones cortas. Entrena tu mente cuando tu cuerpo ya esté fatigado.

¿Qué pasa si no seguí adelante la última vez?

No pasa nada. Úsalo. Aprende de ello. Los atletas mentalmente más fuertes no son los que nunca han fracasado, sino los que han regresado de forma diferente.

Reflexiones finales

Cuando la carrera se pone oscura, no es el principio del fin. Es el comienzo del momento lo que más importa. El momento en el que decides quién eres. Donde actúas, no reaccionas. Donde te mantienes firme, incluso cuando duele. Porque la capacidad de seguir adelante no se trata de fuerza, sino de presencia. Se trata de confiar en que tienes derecho a sentir la tormenta y aun así seguir adelante.

LECTURAS ADICIONALES: FORTALECE TU MENTE A TRAVÉS DE LOS CONTRATIEMPOS

La información proporcionada en FLJUGA tiene fines exclusivamente educativos y no constituye asesoramiento médico, psicológico ni de entrenamiento. Consulte siempre con un profesional médico cualificado, un profesional de la salud mental o un entrenador certificado antes de comenzar cualquier nuevo programa de entrenamiento o de mentalidad.

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